En esta nueva Caja de Pandora que ha resuelto abrir el señor presidente se presagian muchos males, el de menos, otra dolorosa y costosa frustración, pero como en el célebre mito de Prometeo, en el fondo de la misma reposa la esperanza.
Presionado por las filtraciones de ciertos medios nacionales con acceso privilegiado a fuentes de la Casa de Nariño y por las versiones que estaba propalando la contraparte narcoterrorista sobre sigilosas negociaciones en Cuba y Venezuela, el presidente Juan Manuel Santos no tuvo más remedio que salir el lunes a confirmarles a los colombianos que, efectivamente, “se están desarrollando conversaciones exploratorias con las Farc para buscar el fin del conflicto”.
Claro que para tranquilizar a la inmensa mayoría de los colombianos, que se ha declarado contraria y cuando menos escéptica acerca de la necesidad, la justificación y la conveniencia de buscar un supuesto “tratado de paz” con los terroristas, el mandatario tuvo buen cuidado de advertir que tales “acercamientos se han hecho y se seguirán haciendo” en el marco de lo que llamó “tres principios rectores”. Si entendimos bien, el doctor Santos promete no repetir la nefasta experiencia del Caguán, que no condujo a nada positivo, pero sí a que la guerrilla se fortaleciera en lo militar y en su falsa imagen internacional de “luchadores populares”, y por algo lo llamamos aquí un proceso de “balas y babas”; no habría, en consecuencia, despejes de territorios ni suspensión de operaciones de las fuerzas del orden. Promete, finalmente, dar a conocer en los próximos días los resultados de los acercamientos con las Farc, solicitándonos de paso que confiemos en que su Gobierno “está obrando con prudencia, seriedad y firmeza”.
Nosotros no tendríamos problema en darle al presidente y comandante supremo de las FF.AA. ese voto de confianza que reclama si, contrario a lo que piensan sus más enconados críticos, los nuevos pasos que anuncia en el uso de su famosa “llave de la paz”, se mantienen en la línea que se trazó desde su campaña y que lo llevó a ser elegido por la más copiosa votación de la historia presidencial, como fue su compromiso de consolidar la seguridad que él ayudó a conquistar en el Gobierno anterior por la vía del combate sin tregua a los violentos. En estricto sentido, Colombia es un país en paz. Aquí no hay guerra civil ni tribal ni religiosa ni de clases sociales. Somos una democracia sólida, afectada como muchas otras por fenómenos de inseguridad y violencia, protagonizados principalmente por antiguas guerrillas y bandas emergentes, que hoy pelean entre ellas y mañana se alían para generar terror y proteger y ampliar su lucrativo negocio del narcotráfico y sucedáneos.  
Por lo que dice el señor presidente, apenas están en “conversaciones exploratorias”. Pero el canal Telesur, altavoz de la contraparte en la anunciada mesa de diálogo, ya divulgó la fecha del 5 de octubre y a Oslo como la ciudad donde estaría prevista la primera etapa de negociaciones, y hablan incluso de que la definitiva sería en La Habana. Si eso es cierto, tendría razón la oposición en el sentido de que el presidente de la República estaría renunciando a sus “inamovibles” del 7 de agosto de 2010: “Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción, con todo lo que esté a nuestro alcance... ¡Y ustedes, los que me escuchan, saben que somos eficaces!” 
No cabe en cabeza de nadie que, en un mes, “Timochenko” y compañía vayan a ordenar a sus huestes en Colombia, desde su cómodo refugio en Venezuela, que cesen las voladuras de oleoductos y torres de energía, los atentados y asesinatos contra la Fuerza Pública y la población civil, los secuestros, la extorsión y toda clase de atropellos contra los colombianos, porque ahora sí se van a sentar a negociar lo único que se puede negociar en este momento. Es decir, las condiciones y garantías para la desmovilización y la reintegración a la vida civil de aquellos que no hayan sido condenados por delitos de lesa humanidad, que no prescriben ni pueden ser objeto de amnistías e indultos. Ingenuo sería creerlo.
De modo que, en esta nueva Caja de Pandora que ha resuelto abrir el señor presidente se presagian muchos males, el de menos, otra dolorosa y costosa frustración, pero como en el célebre mito de Prometeo, en el fondo de la misma reposa la esperanza, que es lo último que se pierde.
TOMADO DE  http://www.pensamientocolombia.org/DebateNacional/la-nueva-caja-de-pandora

 A CONTINUACION EL TEXTO DEL ACUERDO PRELIMINAR PARA LAS CONVERSACIONES DE PAZ EN COLOMBIA CON LAS FARC.
ESPERO QUE LOS GARANTES[CUBA Y NORUEGA[ ASI COMO LOS OBSERVADORES[VENEZUELA Y CHILE] ACONSEJEN A LAS FARC PRIMERO CONCEDER SU DERROTA EN EL CAMPO MILITAR.....PUBLICAMENTE....QUE TU OPINAS????

ESTE FUE EL ACUERDO FIRMADO ENTRE GOBIERNO Y FARC EN CUBA... (TEXTO COMPLETO)

El siguiente es el texto
 completo, revelado por RCN La Radio, de lo que fue el documento firmado por delegados del Gobierno Nacional y miembros de las Farc para iniciar los diálogos de paz en Colombia.

ACUERDO GENERAL PARA LA TERMINACION DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCION DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA:

“Los delegados del Gobierno de la República de Colombia (Gobierno Nacional) y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP):

Como resultado del Encuentro Exploratorio que tuvo como sede La Habana, Cuba, entre Febrero 23 de 2012 y (xxx), y que contó con la participación del Gobierno de la República de Cuba y del Gobierno de Noruega como garantes, y con el apoyo del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como facilitador de logística y acompañante:

Con la decisión mutua de poner fin al conflicto como condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera; atendiendo el clamor de la población por la paz, y reconociendo que:

La construcción de la paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la participación de todos, sin distinción; El respeto de los derechos humanos en todos los confines del territorio nacional es un fin del Estado que debe promoverse; El desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente, es garantía de paz y progreso.

El desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías, permite crecer como país; Una Colombia en paz jugará un papel activo y soberano en la paz y el desarrollo regional y mundial; Es importante ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la paz; Con la disposición total del Gobierno Nacional y de las FARC-EP de llegar a un acuerdo, y la invitación a toda la sociedad colombiana, así como a los organismos de integración regional y a la comunidad internacional, a acompañar este proceso;

Hemos acordado:

I. Iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas sobre los puntos de la agenda aquí establecida, con el fin de alcanzar un Acuerdo Final para la terminación del conflicto que contribuya a la construcción de la paz estable y duradera.

II. Establecer una mesa de conversaciones que se instalará públicamente (un mes después del anuncio público) en Oslo, Noruega, y cuya sede principal será La Habana, Cuba. La mesa podrá hacer reuniones en otros países.

III. Garantizar la efectividad del proceso y concluir el trabajo sobre los puntos de la agenda de manera expedita y en el menor tiempo posible, para cumplir con las expectativas de la sociedad sobre pronto acuerdo. En todo caso, la duración estará sujeta a evaluaciones periódicas de los avances.

IV. Desarrollar las conversaciones con el apoyo de los gobiernos de Cuba y Noruega como garantes y los gobiernos de Venezuela y Chile como acompañantes. De acuerdo con las necesidades del proceso, se podrá de común acuerdo invitar a otros. 

V. La siguiente agenda:

1. Política de desarrollo agrario integral 

- El desarrollo agrario integral es determinante para impulsar la integración de las regiones y el desarrollo social y económico equitativo del país.
- Acceso y uso de la tierra. Tierras improductivas. Formalización de la propiedad. Frontera agrícola y protección de zonas de reserva.
- Programas de desarrollo con enfoque territorial.
- Infraestructura y adecuación de tierras.
- Desarrollo social: salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza.
- Estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa. Asistencia técnica. Subsidios. Crédito. Generación de ingresos. Mercadeo. Formalización laboral.
- Sistema de seguridad alimentaria.

2. Participación política

- Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final. Acceso a medios de comunicación.
- Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa, en los diferentes niveles y diversos temas.
- Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, igualdad de condiciones y con garantías de seguridad.

3. Fin del conflicto

Proceso integral y simultáneo que implica:

- Cese al fuego y de hostilidades bilaterales y definitivas.
- Dejación de las armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil – en lo económico, lo social y lo político -, de acuerdo a sus intereses.
- El Gobierno Nacional, coordinará la revisión de la situación de las personas privadas, procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar con las FARC-EP.
- En forma paralela el gobierno nacional intensificará el combate para acabar la organizaciones criminales y sus redes de apoyo, incluyendo la lucha contra la corrupción y la impunidad, en particular contra cualquier organización responsable de homicidios y masacres o que atente contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos.
- El Gobierno Nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales necesarios para hacer frente a los retos de la construcción de la paz.
- Garantías de seguridad. 
- En el marco de lo establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá, entre otros, el fenómeno del paramilitarismo.
- La firma del Acuerdo Final inicia este proceso, el cual debe desarrollarse en un tiempo prudencial acordado por las partes.

4. Solución al problema de las drogas ilícitas 

- Programas de sustitución de cultivos ilícitos. Planes integrales de desarrollo con participación de las comunidades en el diseño, ejecución y evaluación de los programas de sustitución y recuperación ambiental de las áreas afectadas por los cultivos ilícitos.
- Programas de prevención del consumo y salud pública.
- Solución del fenómeno de producción del consumo y la salud pública.

5. Víctimas

- Resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo Gobierno Nacional – FARC-EP. En ese sentido se tratarán:
- Derechos humanos de las víctimas.
- Verdad.

6. Implementación, verificación y refrendación

La firma del Acuerdo Final da inicio a la implementación de todos los puntos acordados.

- Mecanismos de implementación y verificación:

a. Sistema de implementación, dándole especial importancia a las regiones.
b. Comisiones de seguimiento y verificación.
c. Mecanismos de resolución de diferencias.

Estos mecanismos tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán confirmadas por representante de las partes y de la sociedad según el caso.

- Acompañamiento internacional.

- Cronograma.

- Presupuesto.

- Herramienta de difusión y comunicación.

- Mecanismo de refrendación de los acuerdos. 

Las siguientes reglas de funcionamiento:

1. En las sesiones de la Mesa participarán hasta 10 personas por delegación, de los cuales hasta 5 serán plenipotenciarios quienes llevarán la vocería respectiva. Cada delegación estará compuesta hasta por 30 representantes.

2. Con el fin de contribuir al desarrollo del proceso se podrán realizar consultas a expertos sobre los temas de la Agenda, una vez surtido el trámite correspondiente.

3. Para garantizar la transparencia del proceso, la Mesa elaborará informes periódicos.

4. Se establecerá un mecanismo para dar a conocer conjuntamente los avances de la Mesa. Las discusiones de la Mesa no se harán públicas.

5. Se implementará una estrategia de difusión eficaz.

6. Para garantizar la más amplia participación posible, se establecerá un mecanismo de recepción de propuestas sobre los puntos de la agenda de ciudadanos y organizaciones, por medios físicos o electrónicos. De común acuerdo y en un tiempo determinado, la Mesa podrá hacer consultas directas y recibir propuestas sobre dichos puntos, o delegar en un tercero la organización de espacios de participación.

7. El Gobierno Nacional garantizará los recursos necesarios para el funcionamiento de la Mesa, que serán administrados de manera eficaz y
transparente.

8. La Mesa contará con la tecnología necesaria para adelantar el proceso.

9. Las conversaciones iniciarán con el punto Política de desarrollo agrario integral y se seguirá con el orden que la Mesa acuerde.

10. Las conversaciones se darán bajo el principio que nada está acordado hasta que todo esté acordado.

NOTA: Sergio Jaramillo, alto consejero para la seguridad nacional, es uno de los encargados por el Gobierno para concretar acercamientos con las Farc...