Mientras en Cuba firman "la paz", en Colombia se realizan sangrientos ataques sobre la población civil y militar
El alcalde de Inzá, Mauricio Castilló, decretó el toque de queda para su municipio en la tarde de este sábado, luego del ataque de las Farc perpetrado en la madrugada contra este municipio del oriente del Cauca y que dejó nueve muertos y 22 heridos.
En un principio, el Mandatario local había tomado la decisión de establecer la ley seca, pero debido a la gravedad del atentado y la conmoción que generó en la población, decidió optar por una medida más drástica.
El atentado, que fue calificado de irracional y demencial por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue perpetrado a las cinco de la mañana de este sábado en la plaza del pueblo cuando los habitantes de esta localidad agrícola de unos 32.000 habitantes se disponían a comenzar un dìa de mercado.
"El día de mercado en Inzá es el día sábado y afortunadamente no había mucha gente a esa hora en la plaza porque donde hubiera sido una hora más tarde la tragedia habría sido muchísimo peor", dijo por teléfono a Efe el secretario de Gobierno de Inzá, Carlos Alberto Arias.
"El día de mercado en Inzá es el día sábado y afortunadamente no había mucha gente a esa hora en la plaza porque donde hubiera sido una hora más tarde la tragedia habría sido muchísimo peor", dijo por teléfono a Efe el secretario de Gobierno de Inzá, Carlos Alberto Arias.
Según las informaciones oficiales, los guerrilleros llegaron a la plaza del pueblo con una camioneta desde la que lanzaron varios artefactos explosivos rudimentarios contra la estación de Policía en la que estaba además una unidad de la Brigada Móvil 29 del Ejército a la que pertenecían cinco de los nueve muertos.
Unos artefactos cayeron en la estación de Policía, que quedó reducida a escombros, y en la Casa de Cabildos Juan Tama, una asociación dedicada a trabajar por las comunidades indígenas de la zona, explicó Arias.
"Los daños totales no han sido calculados porque unas cincuenta viviendas resultaron afectadas", agregó el funcionario.
Por su parte y tras una visita a Inzá, el ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, ordenó reforzar la seguridad en la zona con más presencia militar, incluidos dos helicópteros con personal especializado, los cuales estarán en el área por tiempo indefinido.
Pinzón, quien calificó el ataque como "terrorismo puro", inspeccionó la ruinas del cuartel policial y también escuchó las demandas de los habitantes de este municipio del oriente del Cauca.
"Esto demuestra una actitud de barbarie inexplicable y francamente imperdonable. Aquí no puede haber justificaciones de nadie ¿Cómo es que un día de mercado llegan a atentar contra los ciudadanos de esa manera tan cruel, tan falta de humanidad?" , dijo Juan Carlos Pinzón.
Asimismo, el Ministro de Defensa reiteró que el Gobierno ofrece una recompensa de 2.500 millones de pesos por alias ‘Pacho Chino’, líder del sexto frente de las Farc, a quien se le atribuye el atentado de este sábado en Inzá.
Pese a que el Gobierno y las Farc acordaron antes del inicio de los diálogos de paz en La Habana que estos se harían en medio de la guerra, sin un cese al fuego previo, ataques terroristas como el de este sábado, en un núcleo urbano y poniendo en riesgo la vida de civiles, fueron ampliamente repudiados.
El arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, denunció que en el conflicto armado colombiano "ha habido excesos en todo sentido" y dijo en declaraciones a Caracol Radio que "dialogar en medio de la guerra no puede ser algo tan frío, tan duro como lo que está sucediendo" .
Asimismo, el Ministro de Defensa reiteró que el Gobierno ofrece una recompensa de 2.500 millones de pesos por alias ‘Pacho Chino’, líder del sexto frente de las Farc, a quien se le atribuye el atentado de este sábado en Inzá.
Pese a que el Gobierno y las Farc acordaron antes del inicio de los diálogos de paz en La Habana que estos se harían en medio de la guerra, sin un cese al fuego previo, ataques terroristas como el de este sábado, en un núcleo urbano y poniendo en riesgo la vida de civiles, fueron ampliamente repudiados.
El arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, denunció que en el conflicto armado colombiano "ha habido excesos en todo sentido" y dijo en declaraciones a Caracol Radio que "dialogar en medio de la guerra no puede ser algo tan frío, tan duro como lo que está sucediendo" .
Por su parte, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, también rechazó el ataque y pidió a las Farc mantener a la población civil al margen del conflicto armado.
Otálora dijo en un comunicado que el país requiere "señales claras de reconciliación" ya que para eso se están llevando a cabo negociaciones de paz.
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