Maduro quiso volar a EEUU con piloto personal de Raúl Castro
El piloto Walfredo Martínez saludando a Nicolás Maduro tras el arribo a China, el pasado septiembre. |
La polémica generada por el presidente venezolano Nicolás Maduro en su negativa de asistir a la 68 Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) por supuestos riesgos para su seguridad personal, me trae a la memoria las decenas de viajes que por más de 17 años realicé con Fidel Castro al extranjero.
Estados Unidos ha informado que a pesar de confirmarse con muy poco tiempo de antelación el arribo de la delegación de Venezuela a territorio norteamericano, se le tramitó el permiso de aterrizaje, lo que permitía su asistencia al foro de la ONU en Nueva York.
Eso mismo sucedía cuando Fidel Castro viajaba al exterior. Los miembros de la avanzada teníamos que soportar presiones de todo tipo, tanto de parte del gobierno como de la seguridad del país anfitrión, ya que necesitaban la confirmación de la asistencia del gobernante cubano para planificar y asignar los medios y recursos establecidos en caso de un jefe de Estado.
Así pasaban los días y La Habana no nos autorizaba a confirmar la presencia de Fidel Castro, lo que terminaba haciéndose en una fecha muy próxima a los eventos que motivaban su visita al país de destino.
Indudablemente, el procedimiento es el mismo que la Seguridad cubana ha orientado poner en práctica a Maduro, con los métodos que utilizó su mentor Fidel Castro.
Arribo de Raúl Castro a China, en julio del 2012. Al pie de la escalerilla saluda al Capitán de Cubana de Aviación Walfredo Martínez, piloto personal del gobernante |
Como su predecesor Hugo Chávez, Maduro no confía en la seguridad venezolana, ni en los médicos ni en los pilotos venezolanos.
El presidente de Venezuela prefiere pagar a cuba $250,000 dólares por el alquiler del IL-96 300 de Cubana de Aviación y su tripulación, que es el mismo avión y tripulación que utiliza su homologo Raúl Castro,
El capitán de la aeronave es el piloto Walfredo Martínez y Carlos Rodríguez, su ingeniero de vuelo, quienes desde mediados del 2000 vienen volando internacionalmente con Raúl Castro. Así pilotearon el avión CUT 1251 que llevó a Raúl Castro a Chile el 25 de enero de este año. El mismo avión y tripulación fueron utilizados por Maduro en su reciente viaje a China, y con ellos pretendía volar a Estados Unidos.
Como miembro de la tripulación del avión presidencial de Cubana de Aviación figuran también el sobrecargo y las asafatas cubanas, así como cuatro oficiales de la Contrainteligencia Militar (CIM), pertenecientes al escuadrón ejecutivo del aeropuerto militar de Baracoa, al oeste de La Habana, y que están encargados de la la seguridad y protección de la aeronave. Estos custodios tienen la tarea de controlar y supervisar el combustible y todo tipo de avituallamiento que necesite el aparato.
Comitiva con médicos cubanos
Como miembros de la Seguridad cubana dentro de la delegación venezolana estaban además Giovanny Remond Mederos, de 47 años y residente en La Habana, y Alberto Herrera Socarrás, residente del Reparto Siboney en La Habana. Otros cubanos miembros de la comitiva de Maduro fueron médicos militares del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ), el hospital destinado a la atención de altas figuras de la élite cubana, personalidades políticas y culturales, y líderes extranjeros. Entre ellos, el Mayor Néstor Azcano González, residente en La Habana y especialista en vías digestivas y abdomen; el Capitán Carlos Guilveaux Cala, especialista en tratamientos posoperatorios; el Mayor Guillermo Díaz Piloto, médico (confundido quizas por su segundo apellido como piloto del avión); Danay Herrera Vallejera, anestesióloga; y Eduardo García Castillo, especialista en toracopia diagnóstica y terapéutica.
Después del incidente ocurrido en la Asamblea Nacional de Venezuela, el 19 de abril del 2013, cuando el joven Yendri Sánchez González le arrebató el micrófono de las manos a maduro en pleno discurso, todo comenzó a cambiar en el entorno de seguridad del mandatario.
Maduro expresó entonces que “ha fallado la seguridad, me pudieron haber dado un tiro aquí” en presencia de dignatarios y personalidades nacionales y extranjeras, incluida la delegación cubana encabezada por Raúl Castro. Un hecho fuera de toda ética presidencial.
Temor delirante
Desde entonces el temor de Maduro a un atentado ha aumentado hasta niveles delirantes.
La Seguridad cubana se ha encargado de alentar este temor. Maduro paga a Cuba un alto costo por los oficiales cubanos que lo protegen, mientras el gobierno de La Habana se encarga de mantener viva la amenaza de agresión y magnicidio, aunque para ello tenga que mencionar a posibles agresores que ya no tienen ni la vitalidad, ni el apoyo ni el poder con que contaban en décadas pasadas. De ahí las repetidas menciones obsesivas a Luis Posada Carriles, Otto Reich y Roger Noriega.
Con la Seguridad cubana a cuestas, Maduro está creando una imagen similar a la utilizada por Fidel Castro en torno a sus desplazamientos internacionales. Una imagen de víctima amenazada, vigilada, hostigada, que suele escalar con frecuencia a los titulares de la prensa mundial.
No dudo que el presidente de Venezuela y sus asesores cubanos estén tratando de igualar los presuntos 638 atentados contra Fidel Castro que forman parte de su leyenda de hombre asediado, pero invencible. Aunque para ello tenga que pagar cuantiosas sumas del erario público al país que vela por él mientras desangra la economía venezolana.
Por Juan Reynaldo Sánchez fue escolta personal de Fidel Castro entre 1968 y 1994, con grados de teniente coronel. Fue destituido y cumplió prisión en Cuba. Logró abandonar la isla en el 2008 y actualmente reside en Miami. Tiene en proceso de edición un libro sobre su experiencia en la seguridad personal del gobernante cubano.
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