Desde la desaparición de los niños hasta la decisión del jurado popular, un calvario de casi dos años para Ruth Ortiz
El pasado lunes quedó visto para sentencia uno de los casos más mediáticos de estos dos últimos años. Este viernes, un jurado popularha declarado a José Bretón culpable de dos delitos de asesinato por la muerte de sus dos hijos, Ruth, de seis años y José de dos.
Esto supone un descanso para la familia de Ruth e incluso para todo el equipo que ha participado en la investigación, desde que el ocho de octubre de 2011 Bretón denunciara la desaparición de ambos pequeños en el Parque Cruz Conde de Córdoba, mientras jugaban.
A partir de entonces comenzaría un calvario, hasta que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) confirmara que los restos calcinados en la hoguera de la finca de «Las Quemadillas» eran humanos.
Antes de eso, los investigadores participaron en una incansable búsqueda que pasó por varios rastreos al río, no pocos registros de casas y numerosas pesquisas realizadas tanto en Madrid y Portugal como en Huelva, Ayamonte o Cartaya, sin hallar rastro alguno.
Pero el informe de la UDEV no fue el único dato que apuntaba a su acusación formal. Otros estudios ya señalaban este fatídico desenlace. Ante la duda, el juez instructor José Luis Rodríguez Láinz, solicitó en agosto de 2012, dos peritaciones dirimentes al Instituto Nacional Toxicología y a la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense. Ambas confirmaron que los huesos eran de dos menores. Mientras tanto, José Bretón se encontraba en la cárcel imputado por detención ilegal y simulación de delito.
El juez José Luis Rodríguez acusó el 5 de septiembre de 2012 a Bretón de dos asesinatos con alevosía y le comunicó que sería juzgado por un jurado popular. Además, su ya exmujer, Ruth Ortiz presentó demanda de divorcio, que le fue concedida el 26 de noviembre de 2012.
Tras un controvertido proceso ante un jurado popular que comenzó el 17 de junio de 2013, el veredicto de los miembros del jurado ha sido claro, José Bretón es culpable.
DECLARADO CULPABLE POR VENGANZA
El jurado popular declara culpable por unanimidad a José Bretón de la muerte de sus hijos, Ruth y José, y considera probado que los mató para vengarse de su mujer, Ruth Ortiz. Así se extrae de la lectura del veredicto de este viernes en la Audiencia Provincial de Córdoba-
Dos horas antes de que se produjera la lectura, ABC pudo saber en primicia exclusiva que el jurado popular del caso Bretón había declarado al padre de los niños Ruth y José desaparecidos en Córdobaculpable del asesinato de sus hijos, por el que el Ministerio Público y la acusación particular piden cuarenta años de prisión.
La decisión, unánime, —que fue comunicada oficialmente por el jurado al magistrado-presidente del tribunal, Pedro J. Vela, hacia las 11.30 de la mañana de este viernes— ha llegado en la cuarta jornada de deliberación de los nueve miembros que componen en jurado popular, siete mujeres y dos hombres. Todos han trabajado con«meticulosidad» frente a un objeto del veredicto compuesto por algo más de veinte hechos, sobre los que debían manifestar si están o no probados, tras el juicio que arrancó el 17 de junio.
A las 13.00 horas ha arrancado la lectura del veredicto en la Audiencia Provincial de Córdoba. José Bretón ha permanecido con los ojos muy abiertos, escuchando la lectura del veredicto del jurado popular en la sala de vistas. Sólo ha habido escasos momentos en los que el acusado ha desviado la vista para fijarla en la hoja que su letrado, José María Sánchez de Puerta, tenía sobre la mesa. La madre de los niños, Ruth Ortiz, ha acudido vestida de negro.
El jurado ha argumentado su postura sobre cada hecho delictivo imputado a Bretón y ha considerado probados por unanimidad casi todos los puntos del veredicto. Algunos de los más destacados son el hecho de que asesinó a los dos pequeños para vengarse de su mujer y que los quemó en la pira funeraria de Las Quemadillas. El jurado lo considera culpable por unanimidadde la muerte de sus hijos, Ruth y José, así como de haber simulado un delito. Además, el jurado ha acordado que no se le debe dar al Gobierno la posibilidad de conceder el indulto a José Bretón.
Los únicos tres puntos considerados no probados de los 21 del veredicto corresponden al hecho de que Bretón fuera con el coche de su hermana a la finca de Las Quemadas para asegurarse que no hubiera vecinos, que arrojara a dos contenedores bolsas con las ropas de sus hijos, tras haberlos matado y quemado sus cuerpos y, en contra de la tesis de la defensa, no cree el jurado que no pueda determinarse que los restos óseos analizados por los peritos no procedían de la hoguera.
«El mayor dolor que se produce a la familia de mi representada es que a día de hoy seguimos sin poder entregar esos niños a su madre», ha indicado la abogada de Ruth Ortiz, Reposo Carrero, quien ha pedido la pena máxima para José Bretón, «y si fuera posible, incluso pediríamos una pena todavía mayor». El letrado de Bretón, por su parte, ha adelantado que «hará uso de los recursos de que disponga» y no ha querido fijar una pena para su defendido.
Una vez vsito para setencia, ahora es el turno ahora del magistrado-presidente del tribunal, Pedro J. Vela, quien tendrá que redactar la sentencia definitiva en base a este dictamen en los próximos días. La misma deberá fijar la condena que se le aplicará a José Bretón. Tanto la Fiscalía como la acusación particular piden 40 años de cárcel, pena máxima establecida, por doble asesinato en grado de parentesco y agravante de alevosía además de otro delito de simulación de delito.
Dos años de calvario
Fue el pasado lunes cuando quedó visto para sentencia uno de los casos más mediáticos de los últimos años. Fue un ocho de octubre de 2011 cuando Bretón denunció la desaparición de los dos pequeños en el Parque Cruz Conde de Córdoba, mientras jugaban. Así arrancó el calvario, personal para la madre de los niños, Ruth Ortiz, y colectivo para todos los vecinos de Córdoba, que se volcaron sin fisuras en intentar buscar justicia.
El juez José Luis Rodríguez acusó el 5 de septiembre de 2012 a Bretón de dos asesinatos con alevosía y le comunicó que sería juzgado por un jurado popular. El proceso comenzó el 17 de junio de 2013, con una primera sesión en la que Bretón solo varió su actitud impasible en un receso, arengando a su abogado e ironizando en referencia al informe de los huesos de sus hijos. El veredicto de los miembros del jurado ha sido claro: José Bretón es culpable.
LEA EL OBJETO DEL VEREDICTO AQUI
BRETÓN: EL HOMBRE QUE NO PESTAÑEA
La prisión parece sentarle bien. José Bretón se exhibió durante la primera sesión del juicio contra él —que ha acabado con el jurado popular declarándolo culpable— impoluto, con la raya del pelo trazada a la izquierda, una camisa clara también rayada, primorosamente planchada y con aspecto descansado y casi burlón. Sus rasgos afilados se han rellenado al ganar algo de peso. Lo que no ha variado un ápice es su altanería e inexpresividad.
Casi ni pestañeó en la Sala de vistas, miró fijamente a cada una de las partes, según exponían sus argumentos y rehusó cruzar sus ojos con cualquiera de los miembros del Jurado. Ni el duro alegato de la fiscal ni el todavía más contundente de la acusación le causaron mella. Si lo hicieron, ganó la autocontención. Por momentos, sin embargo, parecía regañar a su abogado, José María Sánchez de Puerta, al que regaló un leve asentimiento de cabeza cuando éste habló, en términos poco favorables, sobre la familia de su exmujer Ruth Ortiz.
Durante aquella primera sesión, mantuvo Bretón la espalda recta como un tablero, pegada a la silla, tanto cuando se sentó esposado como cuando le retiraron la sujeción, tras solicitarlo su letrado. Tenía un mes por delante y no era cuestión de excederse con unas cautelas innecesarias toda vez que dos policías iban a ser su sombra durante las siguientes semanas.
El lector de «El caballero de la armadura oxidada», libro que Bretón regaló a Ruth una semana después de que ella le dijera que quería separarse, se asemejaba al hombre de la máscara, a fuerza de impasibilidad.
No le correspondía hablar aquel 17 de junio, ese turno llegó después, pero sí lo hizo con Sánchez de Puerta aprovechando un receso. Quizá pensó que su voz aflautada era inaudible o quizá no le importaba. Tomó una parte del sumario (la que recoge uno de los informes de los huesos de sus hijos), gesticuló sin pausa con las manos y adoctrinó a su abogado. «Dicen que ha cambiado la morfología de los huesos y se quedan tan anchos. Eso es la forma, ¿no? Vamos que les han echado unos polvos mágicos». Pero el Tribunal frenó su déspota incontinencia verbal. Las ironías se quedan fuera de la Sala.
PSIQUIATRAS DEFINEN A BRETÓN
Bretón CULPABLE!!!
BENDITA SEA LA JUSTICIA DIVINA!
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