La prostitución top estaba en el Che Guevara
El empresario libanés Elie Nahas fue condenado por un tribunal francés, en ausencia, a 8 años de prisión por proxenetismo. Él organizaba grandes fiestas con chicas pagas en la ciudad de Cannes, donde se realiza cada año el festival de cine. Nahas recuerda, en especial, las fiestas en el Che Guevara, el yate de la familia Gadafi, que llegaba para el evento fílmico con la única obsesión del sexo pago.
Chicas que quieren ser reinas de belleza para Elie Nahas.
Muamar Gadafi se hacía llamar "el Che Guevara árabe", y por eso bautizó su yate familiar "Che Guevara", vehículo clave para la prostitución durante varias temporadas del festival anual de cine en Cannes, Francia.
Cuando la red de prostitución explotó, de las 8 personas convocadas por la justicia, 5 se dieron a la fuga, entre ellas Elie Nahas, libanés de 48 años de edad y acusado de dirigir la red de "fiestas", con base en el hotel Carlton, de Cannes, pero que se extendía a yates y otras ciudades. Nahas organizó en 2004 la fiesta de cumpleaños de Moatasem Gadafi, en la que participaron estrellas y "unas 20 modelos". En 2007 él hizo concurrir al Carlton de Cannes a una actriz estadounidense porno con la que el hijo de Gadafi se había encaprichado. Durante el juicio prestaron testimonio una "escort girl" francesa, Sabrina Samari, que admitió su papel de delatora; Félix Farías, venezolano de 35 años y "director de la sucursal de la agencia de modelos" de Nahas en la Venezuela de Hugo Chávez Frías (amigo de Gadafi); y Antoine el Jury, libanés considerado un intermediario.
Las autoridades francesas impidieron a Farías la entrada al país en el aeropuerto parisino de Roissy en mayo de 2007 (en ocasión del Festival de Cannes). Él se encontraba con 8 mujeres, 1 de ellas menor de edad, esperadas en un yate de "136 m de largo" y "alquilado por 350.000 euros por semana", según el presidente de la 7,a. cámara del tribunal de Marsella, Patrick Ardid.
A lo largo de la investigación, la policía identificó a 50 mujeres de nacionalidad libanesa, venezolana, estadounidense o francesa, que se prostituían a través de esta red, entre ellas una reina de belleza libanesa. Las mujeres eran destinadas a "ricos príncipes de Oriente Medio", dijo Ardid, precisando que los altos montos de las facturas eran pagados por "sociedades" o incluso por "la embajada de Libia".
Elie Nahas en un certámen de reinas de belleza en Beirut, Líbano.
Deberá recordarse que Hanibal Gadafi, uno de los hijos del dictador libio Muamar Gadafi, había encargado al astillero francés STX France, 'El Fenicia', un crucero de lujo con espejos dorados, estatuas y columnas de mármol, además de una curiosidad: un tanque de vidrio con 6 tiburones vivos para servir de entretenimiento a los 3.500 pasajeros, aunque su proyecto no se concretó por la revolución en Libia. Hanibal vive actualmente en el exilio en Argelia. El crucero ahora es de MSC Cruceros, y navega entre las islas de Grecia.
La prostitución es legal en Francia, pero no se puede publicitar (ni en las esquinas ni en anuncios). El caso es que cada año cuando se acercan las fechas del Festival de Cannes, las llamadas “putes de luxes” que cobran unos US$ 4.000 por noche y las de ligas más pequeñas se congregan en torno al festival para recibir la mejor paga del año”, según el artículo de The Hollywood Reporter.
“Las chicas locales”, apunta una escort girl apodada Daisy, “tenemos ventaja: conocemos a los conserjes de los hoteles”, quienes en ocasiones recomiendan las chicas a sus huéspedes. Pueden hacer “unos US$ 40.000 por noche”, recibidos de clientes árabes que van por Cannes “con fajos de hasta 10.000 euros en efectivo”.
Esto “lleva pasando 60 años”, explica el proxeneta Elie Nahas. Hay 30 ó 40 yates en la bahía. Cada yate con 10 chicas, normalmente modelos. Drogas, alcohol y chicas guapas que esperan a que llegue la noche para recibir lo que se llama "un sobre regalo. Es un sobre regalo porque los clientes tienen orden de escribir la palabra ‘regalo’ en el reverso del sobre”, explicá una madame rusa.
Laura J. Varo entrevistó en Beirut a Elie Nahas para el diario madrileño El País:
Elie Nahas regresaba cada año de Cannes con entre 100.000 y 200.000 euros en su cuenta. No sabe nada de cine, pero el agente de modelos libanés conoce a la perfección los rincones oscuros de esa escenografía de ensueño por la que desde ayer pasean estrellas como Nicole Kidman o Steven Spielberg. “La prostitución en Cannes mueve más dinero que la venta de películas”, sentencia en su despacho de su agencia de Beirut. El empresario de 49 años ha sido condenado en ausencia a ocho años de prisión y a pagar una multa de 50.000 euros por dirigir una red de prostitución de lujo que implicaba a unas 50 chicas y otros siete acusados, en virtud de una sentencia emitida en Marsella en octubre de 2012.
En 2002 su destino se cruzó con el de uno de los playboys asiduos a la Costa Azul, Mutasim Gadafi, el cuarto hijo del dictador libio, fallecido, como su padre, durante el levantamiento contra el régimen en 2011. “Lo conocí porque organizaba concursos de belleza en Líbano”, cuenta, “me dijo que necesitaba mi ayuda en Europa para que invitase [a sus fiestas] a mujeres bellas”. Nahas pasó a convertirse, en sus propias palabras, en el “hombre del dinero”, tras coordinar el espectacular cumpleaños de Mutasim en Marrakech en 2004. “Me dio 1,5 millones de dólares”, recuerda. Con ese trabajo se ganó su confianza hasta que en 2007 estalló el escándalo con la detención en agosto de Nahas en su habitación del lujoso Carlton de Cannes.
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