El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha insinuado este martes que la grave enfermedad que mantiene en estado «muy delicado» al presidente Hugo Chávez es el resultado de «planes conspirativos nacionales e internacionales» contra el país. En una intervención retransmitida en directo por la televisión estatal ante su Gabinete, los gobernadores socialistas y altos cargos de la cúpula militar, Maduro aseguró que no tiene «ninguna duda» de que «el comandante Chávez fue atacado». Y aseguró que confía en que en el «momento indicado de la historia», una «comisión científica» pueda aclarar lo ocurrido.
Horas después de que el ministro de Comunicación anunciase que Chávez sufría una «nueva y severa infección» y que su estado general «continúa siendo muy delicado», el Gobierno venezolano ha anunciado que tomará «medidas especiales» para hacer frente a los citados «planes conspirativos». La primera no ha tardado en llegar, ya que Maduro ha dado 24 horas al agregado aéreo de la embajada de Estados Unidos, David del Mónaco, para salir del país. El vicepresidente anunció la expulsión del diplomático estadounidense, al que acusó de «proponer proyectos desestabilizadores» a militares en servicio activo.
«Hemos evaluado al detalle los planes conspirativos nacionales e internacionales que hay contra nuestra patria», explicó Maduro que acusó a «los enemigos de la patria» de «activar planes para la desestabilización» del país.
Sobre el actual estado de salud del presidente, Maduro aseguró que Chávez se encuentra en una situación de «complicación» y que sus médicos se concentran en atenderlo. «Hay una situación de complicación» por una infección «muy severa» y «hay complicaciones en su situación respiratoria y el equipo medico está concentrado en atenderlo», explicó el vicepresidente, que precisó que Chávez se encuentra en «sus horas más difíciles» desde la última operación a la que fue sometido, el pasado 11 de diciembre.
Incertidumbre
La televisión estatal mostró imágenes del encuentro, encabezado por Maduro y en el que participaron varios ministros y los 20 gobernadores socialistas —entre ellos Adán Chávez, hermano mayor del presidente y gobernador de Barinas—. En medio de la incertidumbre política, el vicepresidente se refirió a Chávez como el «gran redentor de la patria, que le ha dedicado los mejores años de su vida, desde casi niño».
La reunión del mando político y militar venezolano da una idea del frágil estado de salud del presidente, que podría haber sido trasladado el pasado viernes por la mañana a Cuba, desde la isla venezolana de La Orchila, donde llevaba casi una semana, ante un nuevo agravamiento de su condición, según aseguraron a ABC fuentes en contacto con los médicos que atienden al presidente. La prensa oficial indicó que en la reunión debían tratarse «los avances del proyecto nacional para el desarrollo del país».
Chávez regresó hace dos semanas a Caracas tras más de dos meses en Cuba, donde el pasado 11 de diciembre fue operado por cuarta vez en 18 meses de un cáncer en la zona pélvica. El presidente, que en las últimas semanas solo ha sido visto en unas fotografías difundidas poco antes de regresar a Caracas, respira por una cánula traqueal como consecuencia de una infección respiratoria.
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