Ex agentes de la CIA afirman que Fidel Castro entregó al Che Guevara
"La lucha armada triunfará", habrían sido las últimas palabras del legendario guerrillero.
En una rara aparición en la televisión de Miami, Riveron reveló que "para bien o para mal" se dedicó durante décadas en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos a resumir en fichas "toda la vida del Che, desde su nacimiento hasta su muerte".
"En Miami supimos que el Che estaba en Bolivia sin ninguna duda cuando cotejamos los bosquejos de rostros de los guerrilleros realizados por el argentino Ciro Bustos", detenido junto con el francés Regis Debray en Muyupampa en abril de 1968, dijo Riveron.
Señaló que "en Bolivia nadie conocía esos rostros, pero en Miami sí, por eso identificamos a los hombres del Che y confirmamos que éste estaba en Bolivia".
"Fue sólo una confirmación, porque ya antes sabíamos que el Partido Comunista de Bolivia, a través de su jefe Mario Monje, había decidido sabotear a la guerrilla denunciando la presencia del Che a Moscú. Y Monje, dos veces antes de ir a Moscú (donde después se radicó), se reunió con Fidel Castro", dijo.
Riveron, que recordó que antes de su viaje a Bolivia el Che puso en aprietos las relaciones cubano-soviéticas al haber golpeado "con sus puños a un embajador soviético en Argelia", dijo que no tenía duda de que Castro "fue quien nos lo entregó".
Rodríguez, que interrogó al Che horas antes de su asesinato por el sargento Mario Terán, dijo que el guerrillero parecía haberse dado cuenta de eso en su hora final cuando le pidió que le dijera a Castro que "la lucha armada triunfará". Rodríguez sostuvo que el Che lo dijo de una forma "irónica".
Ambos coincidieron en que las órdenes que tenían de sus superiores eran las de capturar vivo al Che, pero que el alto mando militar boliviano había decidido matarlo. "Un prisionero habla tarde o temprano, un muerto no", dijo Riveron.
"Al mediodía del 9 de octubre se me acercó la maestra de la escuela de la Higuera y me preguntó que a qué hora íbamos a matar al Che porque lo había escuchado en la radio de que había muerto por heridas en combate", recordó Rodríguez.
"Fue cuando supe que el Che sería muerto", dijo Rodríguez, que aseguró haberse esforzado para que el guerrillero conservara la vida. Recordó que lo último que le pidió a Terán fue que los disparos fueran debajo de la cabeza para justificar el parte oficial.
Riveron señaló que "hubo malestar en la CIA" cuando se supo que habían matado al Che.
La última anotación del Che en su diario es del 7 de octubre. En esa fecha, los diecisiete miembros restantes de la tropa estaban en una quebrada cerca de La Higuera. El Che menciona que “Se cumplieron los once meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente…” La tropa encontró a una anciana llamada Epifanía pastoreando sus chivas a cerca una legua de La Higuera y fue a su casa. Le dieron cincuenta pesos con “el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas”. La anciana nunca traicionó al Che, y se fue a las montañas con sus dos hijas por miedo al ejército. Pero otro los denunció: Un campesino local, Pedro Peña, vio a los guerrilleros cuando pasaron por su campo de papas e informó al ejército.
En su introducción al Diario Boliviano del Che, Fidel Castro escribió sobre los eventos del día siguiente: 8 de octubre de 1967. “El 7 de octubre escribió el Che sus últimas líneas. Al día siguiente, a las 13 horas, en una estrecha quebrada donde se proponía esperar la noche para romper el cerco, una numerosa tropa enemiga hizo contacto con ellos. El reducido grupo de hombres que componían en esa fecha el destacamento combatió heroicamente hasta el anochecer desde posiciones individuales ubicadas en el lecho de la quebrada y en los bordes superiores de la misma contra las masas de soldados que los rodeaban y atacaban…”
El Che fue capturado temprano por la tarde del 8 de octubre por el capitán Gary Prado del segundo batallón de rangers bolivianos. Había sido herido en la pierna y estaba desarmado, ya que el cañón de su fusil M-2 había sido inutilizado por un disparo. Junto con su compañero Willy fue escoltado hasta la aldea de La Higuera, donde lo mantuvieron en una pequeña escuela.
Ambos dijeron que "Tania" (Haydee Tamara Bunke Bider), la guerrillera alemana-argentina muerta en Vado del Yeso, era una persona muy inteligente pero que era agente doble. "No sólo fue amante del Che y otros guerrilleros, sino de (el presidente de Bolivia en esa época, Rene) Barrientos Ortuño", dijo Riveron.
Alabaron al coronel de la policía boliviana Roberto "Toto" Quintanilla como el "verdadero cerebro" que destruyó la guerrilla del Che Guevara. "Era un hombre extremadamente inteligente", dijo Riveron.
Quintanilla fue asesinado años más tarde, cuando ocupaba el cargo de cónsul de Bolivia en Hamburgo, lo mismo que lo fue en París el general Joaquín Zenteno Anaya cuando era embajador de Bolivia en Francia. Este último tuvo bajo su jurisdicción la tropas que capturaron y mataron al Che.
Según Riveron, esos asesinatos "fueron ordenados por Castro y ejecutados por hombres dirigidos por el coronel Tony de la Guardia", fusilado en Cuba hace una década junto con el general Arnaldo Ochoa.
Alabaron al coronel de la policía boliviana Roberto "Toto" Quintanilla como el "verdadero cerebro" que destruyó la guerrilla del Che Guevara. "Era un hombre extremadamente inteligente", dijo Riveron.
Quintanilla fue asesinado años más tarde, cuando ocupaba el cargo de cónsul de Bolivia en Hamburgo, lo mismo que lo fue en París el general Joaquín Zenteno Anaya cuando era embajador de Bolivia en Francia. Este último tuvo bajo su jurisdicción la tropas que capturaron y mataron al Che.
Según Riveron, esos asesinatos "fueron ordenados por Castro y ejecutados por hombres dirigidos por el coronel Tony de la Guardia", fusilado en Cuba hace una década junto con el general Arnaldo Ochoa.
La muerte del Che ‘se debió a una maquinación de Castro y la URSS’, según ex guerrillero
Daniel Alarcón Ramírez, alias ‘Benigno’, dijo que ‘los soviéticos consideraban a Guevara una personalidad peligrosa para sus estrategias imperialistas’. Además es muy conocido la poca confianza del Ché hacia el modelo soviético, él era más “troskista”, creía en la “revolución mundial” de allí lo de crear “cientos de Vietnam”.
Daniel Alarcón Ramírez, alias “Benigno”, acusó a Fidel Castro de “traicionar” a Ernesto Che Guevara por orden de Moscú, que le consideraba “una personalidad muy peligrosa para sus estrategias imperialistas”, informó EFE.
Según declaró el ex guerrillero al diario italiano Corriere della Sera, la muerte del Che “se debió a una maquinación de la que son responsables Fidel Castro y la Unión Soviética”.
“Los soviéticos consideraban a Guevara una personalidad peligrosa para sus estrategias imperialistas y Fidel se plegó por razones de Estado, visto que la supervivencia de Cuba dependía de las ayudas de Moscú. Y eliminó a un compañero de lucha molesto. El Che era el líder más amado del pueblo”, afirmó Benigno, uno de los tres guerrilleros que tras la muerte del Che logró eludir la persecución de las tropas bolivianas y llegar a Chile.
Alarcón Ramírez, quien opina “el Che fue al encuentro de la muerte sabiendo que había sido traicionado”, afirmó que querían exportar la revolución, pero los abandonaron en la jungla boliviana.
Del guerrillero argentino, señaló “no era fácil lograr su confianza, pero era un hombre honrado y bueno. Era el único entre los líderes que pagaba de su bolsillo el coche de servicio”.
Benigno, quien ahora reside en París, entró a los 17 años en el grupo del comandante Camilo Cienfuegos, después que los soldados de Batista incendiaron su finca en la Sierra Maestra y mataron a su esposa, Noemi, de 15 años, embarazada de ocho meses.
De acuerdo con el ex guerrillero, Cienfuegos y Guevara “hacían sombra a Fidel” y había diferencias en el grupo dirigente.
“Cienfuegos murió en un misterioso accidente y yo estaba con Guevara en el Congo cuando Fidel hizo pública una carta en la que el Che renunciaba a cualquier puesto y a la nacionalidad cubana. El Che comenzó a dar patadas a la radio mientras gritaba: ‘Mirad a dónde lleva el culto a la personalidad’”, comentó el rotativo italiano Benigno.
El ex guerrillero contó que al regresar a La Habana, Castro les propuso ir a combatir a Bolivia, y les garantizó el apoyo de los comunistas, la cobertura de agentes secretos y la formación de nuevas columnas, pero cuando llegamos, “descubrimos que el Partido Comunista boliviano no nos apoyaba tal vez por orden de Moscú”, añadió.
Tras el asesinato del Che, Benigno y sus compañeros Urbano y Pombo lograron salvarse, “con la ayuda de Salvador Allende, presidente del Senado chileno, y llegar hasta Chile”, aunque su desilusión comenzó cuando Urbano fue arrestado y Pombo, nombrado general. “Comencé una doble vida”, dijo Alarcón Ramírez, quien huyó a París en 1996.
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