martes, 17 de junio de 2014

La España de Letizia

Estamos a un paso de cambiar de rey. 



Si es verdad todo lo que David Rocasolano cuenta en su libro "Adiós, Princesa", la futura reina Letizia , agüita. Se le quitan a uno las ganas de monarquía. Esto de la realeza tiene el hándicap de que nos tenemos que aguantar al rey y al hijo del rey y al nieto del rey, si es que la cosa dura. Si salen buenos, fantásticos, pero ¿y si salen malos? Porque a los presidentes los ponemos y quitamos en las urnas; a los reyes, no.

La historia de España tiene ejemplos que don Felipe VI y su mujer deben repasar con mucho detenimiento. Alfonso XIII no fue valiente: si llega a salir con sus alabarderos por las calles de Madrid el día de la revuelta, la hubiera solventado sin tener que marcharse, huyendo como un conejo.

La vida de un rey en el exilio es terrible. La de Alfonso XIII la cuenta César González-Rua no en sus Memorias. En un hotel de Roma, de lujo, eso sí, cerca de la Vía Venetto y de la Embajada Americana y del hotel "Excelsior", rodeado de unos cuantos servidores y de algún grande de España de su confianza.

La reina Victoria Eugenia vivió en Lausanne, cerca del lago, en un chalet muy bonito. Pero sola, quizá con alguna dama de honor. No sé si Alfonso XIII la quiso o no; ella era nieta de la reina Victoria . Nunca aprendió a hablar muy bien español y supongo que, como a Victoria Beckham , España le olería a ajos.

Aquí estamos a un paso de cambiar de rey; y ella, la nieta de Paco el taxista,Paco Rocaso lano , será reina de España. Casi nada, ¿no? ¿No querían una monarquía popular? Pues más que esto, nada. ¿ de qué se queja la izquierdona?

Tendrá que ganarse el cariño y el respeto de los españoles y esto no es nada fácil. Porque aquí hay rencores viejos frente a la monarquía, ahora mitad plebeya, mitad real. A esto se le llamaba antes matrimonio morganático. El casi ya Felipe VI se lo dijo bien claro a su padre: "O lo aceptas, o renuncio". Tipo duque de Windsor.



¿Por qué no va el rey a la proclamación de su hijo? Si Zarzuela hiciera caso a las normas más elementales de educación, el todavía rey tendría que estar allí, en el Congreso. Y la reina. Y las infantas. Lo que pasa es que no está el horno para bollos. Esa familia está rota. La reina está más en Londres que en Madrid. El rey permanece como ausente, como el poema de Neruda . No le interesa nada y está muy quemado de sí mismo.

Quien tumbó a la monarquía no fueron las enfermedades del rey; ni la caza del elefante; ni la Corina ; quien tumbó a la monarquía de don Juan Carlos fue un yerno presuntamente trincón -Urdangarín -, que la metió en un callejón sin salida.




Porque todavía ni siquiera sabemos lo que tendrá el tal Diego Torres -el de la señora con la melenita al viento, entrando en los juzgados- en la mochila. Puede que tenga un ventilador de mierda muy potente y que se ponga a lanzarla a diestro y siniestro.

Estamos a un paso de tener nuevo rey, que recorrerá Madrid en coche descubierto con su esposa plebeya. No sé, no me pega. Tampoco esconderse, pero pasear por Madrid con la que está cayendo, la verdad. En fin, que se ha programado así y así se hará. Nosotros, a aplaudir o a salir huyendo, como el bisabuelo del paseante.

Tomado de eldia.es



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